jueves, octubre 05, 2006

Purgatorio

ella por él.
ella a punto de llamarlo.
ella que ya sabe donde está.
ella que escucha: ya se retiró.

ella que respira aliviada.
finalmente aliviada.
no escuchó su voz.
no tuvo que decirle: aquí estoy, otra vez.
preguntarle: cómo te va.

no tuvo que pedirle que tomaran un café.
no tuvo que escuchar: ¿y si tomamos un café?

no terminó otra vez pegada a él.
trepada en él.
montada en él.
feliz de él.

apenas,
fue un un impulso imaginado.
el purgatorio
en realidad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ella puede tomarse el cafe, treparse a él, montarse en él, feliz de él...
tal vez habría que buscar una salida y no terminar pegada a él sino junto a él, construir un lugar donde haya espacio para dos...
el paraíso no existe y el infierno tampoco. Dante siempre vuelve caminar las calles y a pisar los adoquines fríos, aún después del gran viaje, quizás eso es lo lindo de todo esto.

Anónimo dijo...

siempre queremos encontrar una salida, y esa calle de adoquines, lleva a otra casa y esa casa a otra mesa y esa mesa a otra rutina y esa rutina a risas y llantos y esa es la vida. gozarla o sufrirla es una opción. cuando se juntan dos de opciones contrarias no se alcanza un equilibrio, se produce el shock. lo demás querida visita, es una falacia.

Pacita dijo...

Que complejo todo esto .... el Ying y Yang del amor .....

Gonzalo Villar Bordones dijo...

Vine a conocerte. A vislumbrar tu patio llenos de flores.

Mabel Pérez Carranza dijo...

Si supieras cuánto te entiendo, ALGUIEN me dijo, ten actos unitivos....piensa, siente y actúa y todo fluirá como el kundalini...¿me entiendes?